Tribunal administrativo analiza el modelo de negocio de la agencia de turismo y deja en el punto de mira al sector.
La semana pasada, el mercado turístico constató la derrota de la empresa CVC en el Consejo Administrativo de Apelaciones Fiscales (Carf) en una causa de R$ 127,6 millones, a los que se sumarán multa e intereses. La empresa dijo en un documento enviado a la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) que la posibilidad de derrota era "remota", según una evaluación de Pinheiro Neto Advogados. La decisión se dictó el 21 de enero.
Carf entendió que CVC cumple la función de agencia de turismo y, por lo tanto, PIS/Cofins grava los ingresos transferidos como una forma de comisión a los proveedores de servicios turísticos y cadenas de tiendas. Para tratar de librar a la empresa del cargo millonario, los abogados aseguran que la empresa es solo un intermediario, a través del sitio web y las tiendas, entre los turistas y las aerolíneas y los hoteles.
Los despachos de abogados que trabajan en Carf sitúan el proceso como uno de los más importantes de esa semana. El análisis es que el caso tiene un gran impacto en el sector turístico, pues crea un precedente desfavorable para el mercado y con consecuencias directas en las cuentas de las agencias de viajes.
El juicio del caso comenzó en diciembre de 2019, pero fue aplazado para 2020 tras un pedido de revisión del consejero Andrada Márcio Canuto Natal, representante de Hacienda. Hay otros casos de CVC que involucran el mismo tema que aún serán juzgados en Carf. Sin embargo, la evaluación de los consejeros y expertos fiscales es que las posibilidades de revertir el entendimiento dentro del tribunal administrativo son mínimas. La solución a una posible revocación de la sentencia debe buscarse en el Poder Judicial.
Hay tres casos más en Carf sobre el mismo tema. Manteniendo la posición de la última sentencia, la pérdida para CVC podría llegar a R$ 440 millones, más intereses y multa. Uno de los casos está en proceso de ser discutido en sentencia en la Sala Superior de Carf, última instancia del fuero administrativo, tras la derrota de CVC en el primer grado de apelación de Carf. Otro caso, R$ 151 millones, lo ganó CVC y está pendiente de apelación por parte del Tesoro Nacional. El último caso seguirá siendo juzgado en las clases ordinarias del tribunal, instancia ante la Sala Superior.
Con las recientes sentencias desfavorables a la CVC en la clase ordinaria, la tendencia es que todos los procesos sean llevados a la Sala Superior por vía de apelación. Con las bajas posibilidades de victoria, el balance es que habrá que judicializar el tema.
Las clases ordinarias representan una mayor oportunidad de victoria por parte de la CVC, ya que existe un mayor equilibrio en las decisiones de los asesores fiscales y los contribuyentes. Aun así, la empresa, hasta el momento, no ha logrado un resultado favorable.
En la Sala Superior, las posibilidades de ganar son remotas, en la valoración de peritos y asesores fiscales. Eso es porque el presidente de la clase, siempre en representación de las autoridades fiscales, tiene el voto de minerva, lo que puede desequilibrar el resultado final. Además, existe una mayor presión y seguimiento para que los asesores fiscales mantengan una posición a favor de la recaudación de impuestos.
Con esto, JOTA encontró que la tendencia es que CVC derrote en todos los casos en Carf. Posteriormente, estos casos deben ser procesados. Incluso si la CVC gana un caso en los grupos ordinarios, el Tesoro Nacional puede apelar a la Sala Superior, donde prácticamente no hay posibilidades de victoria para el contribuyente. Todos los casos que lleguen a la Sala Superior serán juzgados por el 3er Panel.
La esperanza de CVC es el Poder Judicial
Si bien el escenario en Carf no es el mejor para CVC, el Poder Judicial puede representar una esperanza para la empresa. Hay varias decisiones sobre varios temas en Justicia que cambian el entendimiento aplicado por Carf. En la valoración de los peritos fiscales, hay espacio de discusión en el Poder Judicial para tratar de revertir el resultado del caso CVC.
Esto se debe a que la evaluación es que Carf no tuvo en cuenta los aspectos tecnológicos del desempeño de CVC. La empresa se basa en su sitio web, donde los clientes se conectan con otros proveedores de servicios, como hoteles y aerolíneas. Se trataría de un modelo de negocio similar al de Airbnb y Booking.com, en el que la empresa solo actúa como intermediaria entre los clientes de las páginas de hoteles y los interesados en alquilar apartamentos.
A juicio de los abogados, la decisión de Carf es “absurda” porque no tiene en cuenta la tecnología como forma de intermediación. El Poder Judicial, en cambio, no sufre la misma presión para que el voto sea a favor de la Receita Federal. Esto puede ayudar al CVC para que el resultado se invierta.
Buscado más de una vez, CVC no devolvió los datos de contacto para el informe.
Fuente: Alexandre Leoratti vía Jota.